El asesinato de José Antonio Romano, contador de 52 años y empleado de Rentas Tucumán, conmociona a la ciudad de Aguilares. Su cuerpo fue hallado el domingo 26 de octubre dentro de un freezer en una vivienda ubicada en calle Virgen del Carmen y General Savio. El descubrimiento fue realizado por su hermana, quien alertó de inmediato a las autoridades.

La Unidad Fiscal de Investigación en Homicidios, a cargo de Miguel Varela, inició una intensa búsqueda para identificar a los responsables del crimen, que rápidamente se transformó en uno de los casos más impactantes del sur tucumano.

Dos hermanos confesaron el crimen

Este jueves, dos hermanos identificados como Marcos Antonio Videz (24) y Héctor Videz (28) se presentaron voluntariamente en la comisaría de Concepción, acompañados por su padre, y quedaron aprehendidos por el homicidio.

Según fuentes judiciales, los sospechosos habrían confesado su participación en el hecho. Marcos, quien mantenía una relación cercana con Romano, habría sido el autor material, mientras que su hermano habría colaborado en ocultar el cuerpo.

El fiscal Varela había solicitado varios allanamientos para concretar las detenciones, pero la entrega voluntaria de los acusados cambió el curso de la investigación. La Policía de Tucumán, dirigida por los comisarios Pablo Herrera, Carlos Díaz, Ángel Álvarez y Miguel Carabajal, había rastreado cámaras de seguridad y testimonios que ubicaban a los hermanos junto a la víctima horas antes del crimen.

La investigación judicial sigue en curso

De acuerdo con las primeras pericias, Romano fue visto por última vez cuando se detuvo con uno de los acusados a comprar cerveza en un drugstore antes de regresar a su casa. La fiscalía continúa analizando cámaras, celulares y redes sociales para confirmar los hechos.

Los hermanos Videz permanecen detenidos y se espera que en las próximas horas sean formalmente imputados en una audiencia judicial. El fiscal Varela tiene 48 horas para cumplir con el plazo procesal.