Este miércoles será decisivo para el peronismo: comienza a cumplirse la condena de seis años y la inhabilitación de Cristina Kirchner para ejercer cargos públicos. Más allá del discurso de proscripción que circula en la militancia, la realidad obliga al PJ a repensarse y reorganizarse rápidamente.

Desde su departamento en Constitución, Cristina mantiene influencia a través del senador José Mayans, pero en las sombras otros dirigentes, como Sergio Massa, comienzan a tomar un rol protagónico para liderar la renovación del espacio político.

La sede del PJ, el centro de las definiciones y la puja interna

La histórica sede del partido en la calle Matheu se transformó en el lugar donde se juegan las próximas decisiones. Allí, intendentes clave de la provincia de Buenos Aires y dirigentes cercanos a Axel Kicillof debaten cómo sostener la unidad peronista que impulsó el fallo de la Corte Suprema.

Sin embargo, la interna no cede terreno: mientras algunos gobernadores y jefes comunales rechazan la condena, otros visitan a Cristina para demostrar apoyo. En medio de ese clima, Massa busca tender puentes entre las distintas alas, con la mira puesta en evitar la fractura definitiva, especialmente en el territorio bonaerense, donde se disputarán las candidaturas más importantes.

¿Qué escenarios se abren para las elecciones en Buenos Aires?

Con Cristina Kirchner presa, el panorama político bonaerense se vuelve más incierto. Una constante para el peronismo es que dividido pierde, y los resultados electorales recientes así lo demuestran.

Algunas voces, como la de Juan Grabois, proponen la abstención como forma de protesta, aunque esta postura aún no suma consenso. Massa, en cambio, apuesta a una candidatura peronista fuerte y anunciará su decisión sobre su propio lugar en la lista en los próximos días.

Máximo Kirchner oscila entre apoyar la abstención y mantenerse dentro de la pelea, preocupado por no facilitarle a Javier Milei la llegada al Congreso. Por su parte, Axel Kicillof descarta ausentarse de la elección, que considera fundamental para su futuro político y para consolidar su liderazgo en la provincia.

Mientras la tensión crece, Sergio Massa actúa como un puente entre las posiciones, aunque cada vez se lo ve más alineado con el núcleo duro kirchnerista. La pulseada interna será clave para definir no solo las candidaturas, sino también el destino político del peronismo en el corto plazo.