Cómo funciona el vampirismo antiage que usan las famosas
Algunas celebridades han ganado atención por beber su propia sangre con el objetivo de mantener una apariencia más joven. Sin embargo, los médicos advierten fuertemente contra esta práctica por motivos de salud.
Sofía Clerici ha vuelto a generar titulares al confesar en sus redes sociales que bebe su propia sangre para mantener su piel joven y radiante. Esta revelación se produjo cuando publicó una foto en Instagram donde se podía ver un vaso con líquido rojo junto a su cena en un restaurante exclusivo. Aunque algunos consideran esta confesión impactante, para otros es vista como una estrategia inteligente para aumentar su visibilidad y promocionar su marca de ropa Vampire, que se vende a $70.000 el set.
Clerici explicó que bebe una pequeña cantidad de su propia sangre semanalmente, a veces mezclada con frutas, para mantenerse joven y afirma que es por eso que tiene una piel como la de una muñeca de porcelana. Sin embargo, los médicos advierten que beber sangre, propia o de otros, es peligroso y no tiene beneficios para la salud.
La hematóloga Sofía Burgos Alvarado enfatiza que la sangre no rejuvenece y que sacarse sangre para consumirla oralmente no tiene sentido y puede causar infecciones graves.
A lo largo de la historia, varias civilizaciones han creído en las propiedades regenerativas de la sangre. Desde la Antigua Grecia hasta la Edad Media, se han asociado diferentes mitos y prácticas con la sangre para mantener la juventud y la salud. En tiempos modernos, algunos famosos de Hollywood, como Megan Fox y Mel Gibson, han confesado beber sangre con diferentes propósitos, desde rituales amorosos hasta mantenerse jóvenes y exitosos en la industria del entretenimiento.
A nivel local, el diseñador de moda César Juricich ha mencionado un tratamiento capilar que implica el uso de su propia sangre para mejorar la salud del cabello. Sin embargo, los expertos médicos insisten en que este tipo de prácticas son riesgosas y no tienen fundamentos científicos sólidos. Manipular la sangre de esta manera puede causar daños graves al organismo y es mejor evitar estos experimentos peligrosos. En resumen, seguir estas modas no tiene sentido y puede poner en peligro la salud.