Aunque su fecha oficial es el 19 de abril, todos los meses -sin falta- tucumanos y visitantes se congregan cada 19 en la Iglesia Inmaculado Corazón de María. San Expedito, conocido como el santo de las causas justas y urgentes, es figura central de esta devoción que crece a pesar del paso del tiempo y las dificultades del contexto.

Desde temprano, los fieles llegan con velas, flores, estampitas o simplemente con sus intenciones. A las 12 del mediodía comenzó la primera misa del día, y el templo estará abierto hasta las 22, con ceremonias a lo largo de la jornada.

Pedidos, agradecimientos y mucha emoción

Las historias que se repiten cada mes tienen un punto en común: la esperanza. Hay quienes vienen a pedir trabajo, salud, paz familiar o simplemente una mano para salir adelante. Otros, como una señora que llegó desde Buenos Aires, vienen a agradecer. 

"Él siempre me ayudó. Mientras pueda caminar, voy a venir todos los 19", dijo conmovida.

Algunos entran de rodillas, otros en silencio, otros se acercan en familia. Lo que se respira es fe, devoción y la certeza de que San Expedito escucha. "Si no tenés salud, no tenés nada", resumió un devoto con voz quebrada.

Las calles también hablan: vendedores, promesas y lucha diaria

Afuera del templo, los puestos de velas, flores y pulseritas son parte del paisaje. Cristina, una de las vendedoras, entre risas cobró simbólicamente "30 mil pesos en cuotas sin interés" por una entrevista. 

"Trabajo para mis nietos. La gente viene a pedir, pero también a charlar, a contar sus historias. Hay mucha necesidad, pero también mucha fe", contó.

Los productos más buscados: velitas ($1.000), flores ($2.000) y medallas o pulseras del santo. Aunque las ventas no son las de antes, los comerciantes mantienen el optimismo.

San Expedito: el refugio en tiempos difíciles

La devoción por San Expedito en Tucumán no es novedad, pero en tiempos complicados cobra una fuerza particular. Entre agradecimientos, súplicas y gestos silenciosos, este 19 fue un nuevo capítulo de fe colectiva.