"Me quitaron todo": el crudo y desgarrador testimonio tras el fallo del Caso Vélez
Tras el sobreseimiento de los exjugadores de Vélez, la joven denunciante rompió el silencio con un testimonio devastador, cuestionó los fundamentos judiciales y advirtió sobre el mensaje que deja la resolución para quienes se animan a denunciar. VIDEO.
Un fallo que volvió a abrir heridas
El reciente sobreseimiento de los cuatro exfutbolistas de Vélez acusados de abuso sexual provocó una fuerte reacción de la denunciante, quien describió la resolución judicial como "dolorosa de escuchar" y cargada de criterios que, a su entender, reproducen estereotipos sobre cómo debería comportarse una víctima.
En diálogo con el medio A24, la joven periodista aseguró que el fallo del juez Augusto José Paz Almonacid no solo la afectó en lo personal, sino que deja un mensaje preocupante para otras mujeres. "Invita a no denunciar", resumió, al cuestionar la valoración de las pruebas y la interpretación de su conducta posterior al hecho.
La idea de la "víctima ideal", en el centro del debate
Uno de los puntos más duros de su testimonio estuvo dirigido a los fundamentos del fallo, que -según relató- se apoyaron en detalles como mensajes enviados, reacciones posteriores y percepciones de terceros sobre su estado anímico.
"Pareciera que, para que te crean, tenés que salir ensangrentada, gritando, de rodillas", expresó. Para la denunciante, el análisis judicial respondió a un modelo irreal y violento: el de la "víctima ideal", que desconoce los múltiples modos en que una persona puede reaccionar tras un abuso sexual.
¿Qué comportamiento debería haber tenido para que consideren que hubo delito?, se preguntó, visiblemente quebrada.
Una vida atravesada por el proceso judicial
Más allá del fallo, la joven describió el impacto profundo que tuvo la causa en su vida cotidiana. "Hoy no tengo vida, sobrevivo día a día", afirmó, al relatar un recorrido marcado por el hostigamiento, la exposición mediática y la revictimización.
Según contó, durante casi 19 meses se sintió investigada más que protegida. "La persona bajo sospecha era yo: qué hice, qué no hice, si sonreí, si caminé bien o mal", detalló. En ese contexto, aseguró haber perdido su carrera periodística, proyectos personales y vínculos afectivos, además de atravesar sentimientos persistentes de culpa y enojo consigo misma.
Violencia social y silencio colectivo
La denunciante también apuntó contra el rol de la sociedad y, en particular, contra la violencia recibida en redes sociales. "Me desearon la muerte, dijeron que merecía ser linchada", relató, y sostuvo que la mayor saña provino, paradójicamente, de otras mujeres.
A su entender, el acompañamiento silencioso queda opacado por los mensajes de odio, que encuentran mayor amplificación pública. "Eso es lo que más ruido hace y lo que más duele", señaló, al plantear un interrogante que atraviesa todo el caso: "¿Cuántas más tienen que sufrir para que la sociedad crea?"
El cuestionamiento a las pruebas y al consentimiento
En relación con el hecho denunciado, la joven reiteró que llegó sobria al lugar y que, tras consumir bebidas, comenzó a perder la noción cronológica de la noche. Describió sensaciones de mareo, frío y desconexión entre cuerpo y mente, además de recordar fragmentos traumáticos.
"Me durmieron", afirmó, y sostuvo que hubo una penetración sin su consentimiento, con lesiones que luego fueron constatadas médicamente. Sin embargo, remarcó que estos elementos -incluidas pericias oficiales que diagnosticaron estrés postraumático, depresión y ansiedad- no fueron contemplados en la resolución judicial.
"Se dejaron de lado lesiones, pericias y pruebas objetivas", denunció, al cuestionar que el juez haya sostenido la existencia de consentimiento sin mencionar esos informes.
Un mensaje que, según la denunciante, desalienta
El fallo dictado por el juez Paz Almonacid consideró que "el hecho no constituye delito" y rechazó planteos de nulidad presentados por la querella. De esta manera, Sebastián Sosa, Braian Cufré, Abiel Osorio y José Ignacio Florentín Bobadilla quedaron sobreseídos en esta instancia, aunque la defensa de la joven ya anunció que apelará la decisión.
Para la víctima, la resolución refleja una "desesperación por cerrar el caso", especialmente en un contexto de fin de año. "Hay un silencio escandaloso alrededor de esto", advirtió.
Un futuro incierto y una lucha que continúa
Sobre el cierre, la joven fue contundente al describir su presente y su horizonte personal. "Me quitaron todo: la carrera, los sueños, la vida que tenía", dijo, y confesó que hoy no logra imaginar su futuro.
Pese a ello, reafirmó su decisión de seguir adelante en el plano judicial. "Voy a llegar hasta las últimas instancias", aseguró, convencida de que el caso expone falencias estructurales del sistema judicial y un problema social más amplio.
"El mensaje es gravísimo: no denuncien, porque no te cuidan, te exponen y te destruyen", concluyó.