Más de una década después de la desaparición de María Cash, la Justicia federal de Salta resolvió sobreseer a Héctor Romero, el camionero de 71 años que estaba imputado por el presunto homicidio de la joven diseñadora. 

La familia, especialmente su hermano Santiago, no ocultó su malestar. "Solo quiero mencionar la mediocridad de la Justicia argentina, pero eso no es ninguna novedad", expresó tras enterarse del fallo.

Sin pruebas suficientes: el argumento del sobreseimiento

La resolución fue dictada por el Juzgado Federal N° 2 de Salta, luego de una extensa pericia a cargo de Gendarmería Nacional, especialistas en evidencia digital forense y un perito criminalista de la Corte provincial.

El dictamen fue contundente: no se encontraron pruebas ni elementos objetivos que vinculen de forma directa a Romero con el crimen. El fallo remarcó que la investigación fue "rigurosa, imparcial y respetuosa", orientada a "la búsqueda de la verdad" y con resguardo de los derechos constitucionales.

Romero había sido detenido en noviembre de 2024, tras pasar de testigo a sospechoso a raíz de inconsistencias en sus declaraciones y el testimonio de un hombre que dijo haber visto a una mujer subir a su camión el día de la desaparición.

Una investigación marcada por dudas e inconsistencias

El camionero nunca informó haber tenido contacto con María, a pesar de que un testigo afirmó haberla visto subir a su camión. Además, cambió varias veces su relato sobre los lugares en los que supuestamente la dejó. Declaró cuatro veces en 2011 y una en 2019, pero las versiones no coincidían.

La Fiscalía de Salta, con Eduardo Villalba al frente, había llegado a imputarlo por homicidio calificado por alevosía, considerando que existían elementos suficientes para investigarlo. Sin embargo, para el juzgado no alcanzaron como evidencia concreta.

Un caso sin cierre y con una familia aún esperando justicia

María Cash fue vista por última vez el 8 de julio de 2011, en la provincia de Salta. Su desaparición generó conmoción nacional y puso en foco no solo la falta de respuestas del sistema judicial, sino también posibles entramados de encubrimiento.

La familia, que nunca dejó de buscarla, ahora enfrenta un nuevo revés. El sobreseimiento de Romero no solo reabre el dolor, sino también la preocupación por un caso que sigue sin resolverse, a casi 14 años de aquel último rastro.