Lázaro Víctor Sotacuro, ciudadano boliviano con DNI argentino, fue capturado este viernes en Villazón, Bolivia, a menos de tres kilómetros de la ciudad jujeña de La Quiaca. La Policía Nacional boliviana, en coordinación con fuerzas de seguridad argentinas, lo encontró en un hospedaje de la zona alrededor de las 20.

Sotacuro está señalado como uno de los conductores que escoltó la Chevrolet Tracker en la que fueron trasladadas Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15), asesinadas en Florencio Varela. Viajaba en un Volkswagen Fox que integraba la caravana.

Operativo conjunto

La captura fue posible tras un operativo de búsqueda desplegado en el norte argentino con controles en rutas y pasos fronterizos de Jujuy. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, destacó: "Para nosotros es importante haberlo agarrado justo en la frontera" y remarcó que se activaron operativos de Interpol y despliegues reforzados en la frontera con Bolivia y Paraguay.

Sotacuro quedó alojado en dependencias de la Policía Federal en La Quiaca y este sábado será trasladado a Buenos Aires para quedar a disposición de la Justicia bonaerense.

Investigación y prófugos

La causa está a cargo del fiscal de Homicidios de La Matanza, Adrián Arribas, junto a un equipo especializado. Además de Sotacuro, hay otros cuatro detenidos: Magalí Celeste González Guerrero (28), Miguel Ángel Villanueva Silva (25), Daniela Iara Ibarra (19) y Maximiliano Andrés Parra (18).

Según la investigación, los acusados atacaron a las víctimas con golpes de puño, patadas y cortes con armas blancas en la casa de Florencio Varela donde fueron asesinadas.

En paralelo, la Justicia pidió la captura internacional de Mauricio Ozorio, argentino de 28 años domiciliado en el barrio Zavaleta. Está señalado como la mano derecha de "Pequeño J", líder narco que habría ordenado la tortura y el homicidio de las tres jóvenes.

El video de los asesinatos

Uno de los elementos más graves de la causa es la transmisión en vivo que se realizó por Instagram para un grupo cerrado. Según Bullrich, las 45 personas que vieron el video "tienen la misma responsabilidad" que quienes participaron directamente del crimen: "Todos los que miraron y los que transportaron tienen que tener la máxima pena", advirtió.