Cancillería gasta $183 millones en autos blindados y choferes para funcionarios e invitados
La contratación incluye vehículos de alta gama, minibuses, choferes uniformados y blindaje nivel 3. El servicio será para uso protocolar durante seis meses.
El Ministerio de Relaciones Exteriores adjudicó un contrato por $183.456.000 para el alquiler de autos blindados, minibuses y vans con chofer incluido. Según el expediente oficializado el 2 de junio de 2025, los vehículos estarán disponibles durante seis meses -con opción a prórroga- y serán utilizados para traslados protocolares de delegaciones extranjeras, funcionarios del Ejecutivo y "otros invitados especiales".
El servicio, gestionado mediante la Licitación Pública Nacional N.º 26-0001-LPU25, incluye autos de alta gama (como Mercedes-Benz Clase C, BMW Serie 3 o Audi A5), vehículos ejecutivos (Toyota Corolla, Renault Fluence), y unidades blindadas con protección grado 3 autorizada por la Agencia Nacional de Materiales Controlados. Todos deben tener modelo 2019 o más nuevo, con tapizado de cuero, climatizador bizona y portabanderas laterales.
Choferes con uniforme y reemplazo inmediato
Los choferes deberán vestir uniforme formal, estar disponibles en todo momento y llevar teléfono celular a bordo. En caso de fallas mecánicas o accidentes, la empresa deberá reemplazar el vehículo en un plazo máximo de 15 minutos.
El servicio contempla más de 3.500 horas de disponibilidad, distribuidas en siete categorías. La firma adjudicada fue QUICK CAR S.A., la única habilitada entre cuatro oferentes. Las otras empresas fueron rechazadas por incumplimientos con AFIP, omisiones de documentación o cotizaciones simbólicas sin respaldo técnico.
Viajes oficiales, invitados especiales y uso discrecional
El contrato cubre traslados para altos dignatarios extranjeros como presidentes y cancilleres, pero también para autoridades nacionales, incluidos ministros, el secretario de Culto Nahuel Sotelo y otras figuras no especificadas. La amplitud del pliego genera interrogantes sobre el uso final de los vehículos, en un contexto de fuerte ajuste económico y reclamos salariales en distintos sectores del Estado.