Matías Agustín Ozorio, conocido como "Tati" en los barrios del sur porteño, residía hasta hace pocos días en Villa 21.24 y frecuentaba Zavaleta y la 1-11-14. Ahora es intensamente buscado tras el hallazgo de los cuerpos de tres jóvenes en Florencio Varela: Lara Gutiérrez (15), Brenda del Castillo (20) y Morena Verdi (20). Según la investigación, Ozorio sería ladero de "Pequeño J", el presunto jefe narco detrás del secuestro, tortura y asesinato de las víctimas, en uno de los crímenes más cruentos de la historia argentina.

El fiscal Gastón Duplaá le imputa coautoría del delito de triple homicidio calificado por concurso de personas, alevosía, ensañamiento y violencia de género, con una pena tentativa de 35 años de prisión. Su captura ya es de alcance nacional e internacional, y su imagen fue difundida en los registros de Interpol.

El operativo y la investigación

El Juzgado de Garantías N°4 de La Matanza, a cargo de Fernando Horacio Pinos Guevara, ordenó la difusión de la cédula roja de Ozorio. Nacido el 11 de septiembre de 1997 y residente en Parque Patricios, su rostro se dio a conocer por primera vez este jueves, mientras la DDI de La Matanza intentaba su detención.

Mientras tanto, las autoridades seguían tras la pista de "Pequeño J", identificado como Julio Valverde o Montana, un narco peruano de 23 años. Los allanamientos realizados en distintos puntos, incluida una parrilla y un departamento, no dieron con él; hasta ahora, permanece como un fantasma.

Las víctimas y la brutalidad del crimen

Lara, Brenda y Morena fueron engañadas para subir a una Chevrolet Tracker blanca con la promesa de 300 dólares y un encuentro o fiesta que nunca existió. Según Duplaá, las jóvenes sufrieron múltiples golpes, cortes con armas blancas y una violencia extrema que culminó en su muerte. La masacre, que habría sido transmitida en vivo a través de redes sociales, dejó constancia del grado de crueldad del ataque.

Cuatro personas ya fueron detenidas por su relación directa con los crímenes: Maximiliano Parra, Daniela Ibarra, Miguel Villanueva Silva y Celeste González Guerrero. Ahora el fiscal de Homicidios de La Matanza, Adrián Arribas, continúa reconstruyendo los hechos para esclarecer el caso.