Mientras en Roma se lleva adelante el funeral oficial, Buenos Aires también se prepara para rendir homenaje al papa Francisco, quien falleció el lunes a los 88 años tras sufrir un derrame cerebral.

Este sábado desde las 10 de la mañana, la Catedral Metropolitana abrirá sus puertas para la misa en memoria del Sumo Pontífice. El evento, liderado por el arzobispo Jorge García Cuerva, será el acto central de despedida en la ciudad.

Con operativos ya desplegados en la zona, Rivadavia se encuentra cortada desde la Casa Rosada hasta la Catedral para garantizar el acceso de los fieles.

Una caravana por los lugares que Francisco amó

Una vez concluida la ceremonia, se organizarán dos caravanas: la primera, en cercanías de Plaza de Mayo, para ofrecer un "abrazo simbólico" a Francisco.

La segunda caravana recorrerá puntos de la ciudad que fueron especialmente significativos para él: hospitales, hogares de Cristo, Plaza Constitución y otros espacios de vulnerabilidad social, reflejando su espíritu de cercanía con los más necesitados.

"Vamos a hacer un recorrido por los lugares del dolor, que Francisco siempre llevó en el corazón", explicó García Cuerva.

García Cuerva se queda en Buenos Aires: "Tenía que acompañar al pueblo"

El arzobispo de Buenos Aires decidió no viajar al Vaticano para el funeral. Según expresó, prefirió quedarse junto a los fieles y los curas locales, muchos de ellos formados por el propio Francisco.

"Pensé que debía estar al lado de los hijos", señaló, y agregó con una sonrisa que, conociendo al Papa, seguramente le habría dicho: "No vengas, no gastes plata".

Mientras tanto, en Roma, el Vaticano ultima los detalles para un funeral solemne pero austero, en línea con los deseos del papa Francisco. Más de 150 delegaciones internacionales asistirán a la ceremonia, en una jornada que promete ser histórica.