Brasil, México y Colombia están promoviendo una negociación directa entre el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y Edmundo González Urrutia, sin la presencia de la líder opositora María Corina Machado. Esta iniciativa incluye la posible visita a Caracas de los cancilleres de los tres países, quienes tienen estrechos vínculos con el chavismo.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, planea tener una conversación telefónica con Maduro para sentar las bases de un diálogo con la oposición. La fecha de la llamada aún no se definió. Lula y sus homólogos de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Colombia, Gustavo Petro, se movilizaron en bloque frente a la crisis desatada en Venezuela tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, las cuales fueron denunciadas por fraude por la oposición. Los tres mandatarios no reconocieron ni rechazaron la victoria de Maduro y, en un comunicado conjunto, pidieron a Caracas que publique los "datos desglosados por mesa de votación".

La postura de Lula, Petro y López Obrador fue compartida este sábado por la expresidenta Cristina Kirchner en un encuentro sobre la realidad política y electoral latinoamericana en México. La región quedó dividida tras las elecciones presidenciales. Mientras que Estados Unidos, Argentina, Chile, Perú, Paraguay y Uruguay no reconocieron el triunfo de Maduro, Cuba, Nicaragua, Honduras y Bolivia lo felicitaron sin cuestionamientos. Brasil, México y Colombia solicitaron evitar injerencias extranjeras sin reconocer ni rechazar el resultado oficial.

Según el diario OGlobo, también se está considerando enviar a Caracas una misión encabezada por los cancilleres de Brasil, México y Colombia. Este diálogo se realizaría sin la presencia de María Corina Machado, debido a su discurso combativo y su historial con el chavismo, que la acusa de haber participado en el golpe de Estado contra Chávez en 2002. En contraste, González Urrutia fue visto como una figura más conciliadora por el chavismo.

Lula da Silva, quien mantiene una relación histórica con el chavismo, busca convencer a Maduro de sentarse a negociar con la oposición. Desde que asumió la presidencia en enero de 2023, intentó acercar a Venezuela a la región, especialmente al Mercosur, de donde Caracas está suspendida. No obstante, la relación entre ambos líderes se enfrió en los últimos meses a medida que aumentaban las denuncias de la oposición.