Atentado a Cristina Kirchner: la querella pidió 15 años para Sabag Montiel y Brenda Uliarte
Los abogados de la expresidenta solicitaron prisión para los acusados por considerarlos coautores del fallido magnicidio, mientras criticaron la falta de investigación sobre autores intelectuales y financiamiento del hecho.
Pedido de pena igual para los responsables directos
La querella de Cristina Kirchner, representada por Marcos Aldazábal y José Manuel Ubeira, solicitó 15 años de prisión para Fernando Sabag Montiel y su expareja Brenda Uliarte, acusándolos de tentativa de homicidio doblemente agravado.
Los abogados sostienen que Uliarte no actuó solo como instigadora, sino como coautora del ataque. Además, pidieron que se considere la violencia de género como agravante. "Está acreditado que Sabag Montiel gatilló el arma. Hay registros fílmicos, químicos y testimonios que lo confirman", afirmó la querella.
En contraste, Nicolás Carrizo no fue acusado debido a la falta de pruebas sobre su participación. Aldazábal recordó que la exmandataria pidió que no se utilice el derecho penal con fines políticos.
Críticas a la investigación y a la jueza Capuchetti
Durante los alegatos, los abogados cuestionaron la falta de avances sobre los posibles autores intelectuales y el financiamiento del atentado. Ubeira señaló que "los que están sentados aquí son lo evidente, pero lo que está detrás es lo que Capuchetti no nos permite ver". Aldazábal acusó a la magistrada de "obstruir todo" en la causa.
También se destacó la polémica "pista Milman", relacionada con el diputado del PRO Gerardo Milman, y la pérdida de información clave de los celulares de Sabag Montiel, lo que los abogados denunciaron como un obstáculo para el acceso al material principal del caso.
Violencia política y cultural como contexto del ataque
La querella vinculó el atentado a la construcción de una "cultura del odio" y a la violencia retórica sufrida por Cristina a lo largo de su carrera política. Ubeira señaló que estos hechos no pueden considerarse aislados, sino producto de un contexto social, judicial e histórico cargado de violencia simbólica y mediática.
"El atentado refleja cómo la violencia retórica y política puede derivar naturalmente en violencia material", afirmó el abogado durante los alegatos.