La pieza fundamental que permitió avanzar en la investigación fue la declaración de un sobrino de 18 años de Matías Jurado. El fiscal Guillermo Beller reveló los detalles de este testimonio que dejó a todos helados. Resulta que el joven había sido advertido por su primo, quien vivía con Jurado, de situaciones raras en la casa. Al principio no le creyó, pero decidió ir a comprobarlo por sí mismo.

Lo que vio fue de película de terror. "Fui con él y vi justamente una escena, vi sangre por todas partes y Matías Jurado me dice: ‘Vení, si querés ver una persona muerta. Vení y entrá'", relató el testigo. Asustado, el chico entró a la habitación, vio más sangre y salió corriendo, impactado por la escena que acababa de presenciar.

hallazgos macabros

El testimonio del sobrino que vivía con Jurado, un adolescente de 16 años en situación de vulnerabilidad, también fue crucial. Durante una fiesta, el joven le confesó a su tía: "Anoche Matías mató a otro". En ese momento, la familia no le dio importancia, pero la policía luego confirmó que, días antes, se había denunciado la desaparición de una persona en situación de calle que podría estar relacionada con este crimen.

Los rastros encontrados en la casa de Jurado son aún más espeluznantes. La policía halló huesos quemados, manchas de sangre y evidencia de que se habían intentado hacer desaparecer cuerpos. Además, en el patio trasero se encontraron herramientas de jardinería y tierra removida, sugiriendo posibles entierros clandestinos. Uno de los detalles más impactantes revelados por el fiscal Beller es que se encontró piel humana en los platos de comida de los perros, lo que sugiere que parte de los restos de las víctimas habrían sido consumidos por los animales, perdiéndose pruebas importantes.

El perfil del acusado y el modus operandi de sus crímenes

Matías Jurado, con un historial delictivo que incluye robo agravado y amenazas, ya había estado preso en tres ocasiones. Salió en libertad condicional en 2020 y, según la Fiscalía, podría estar vinculado a al menos cinco desapariciones recientes. Sus víctimas tenían un perfil similar: hombres mayores, en situación de vulnerabilidad, que habían tenido contacto con él.

Uno de los casos más claros es el de Jorge Omar Anachuri, de 68 años, que fue visto por última vez subiendo a un taxi junto al acusado. El chofer y el GPS confirmaron que el destino final del viaje fue la casa de Jurado, lo que refuerza la teoría de que en ese lugar se cometieron los crímenes. La investigación continúa para determinar la magnitud de los actos de Jurado y encontrar a las personas que siguen desaparecidas.