El crimen tuvo lugar en la estación de servicio Puma Cita, donde un grupo de sicarios perpetró el asesinato de Bruno Bussanich, de 25 años, quien recibió disparos mortales en la cabeza. Además de este acto violento, los agresores dejaron una nota con amenazas dirigidas al gobierno advirtiendo que seguirán cobrándose vidas inocentes.

El mensaje, firmado por grupos criminales de distintas zonas de la ciudad, desafiaba directamente a las autoridades, señalando que esta "guerra" no es por territorio, sino contra Pullaro y Cococcioni. 

Las intimidaciones no se limitaron al ámbito local, ya que también se encontraron carteles en la Autopista y Circunvalación, advirtiendo sobre más violencia en la ciudad y apuntando a sectores específicos como taxistas, colectiveros y comerciantes.

El aumento de la violencia narco en Rosario alcanzó niveles alarmantes en las últimas semanas, con ataques indiscriminados que cobraron la vida de choferes de transporte público y taxistas. La escalada de violencia fue interpretada por fuentes policiales como represalias contra las políticas de endurecimiento implementadas por el gobernador Pullaro en los penales provinciales.

Ante esta situación crítica, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, convocó a un Comité de Crisis para coordinar las acciones de las fuerzas de seguridad a nivel nacional y provincial. El comité, presidido por Bullrich y Pullaro, buscará reforzar la prevención y el control del orden urbano, con la posible colaboración de las Fuerzas Armadas en operaciones de seguridad interior.