El Vaticano confirmó que el empresario argentino Enrique Shaw será proclamado beato
El papa León XIV aprobó el decreto que reconoce un milagro atribuido a su intercesión.
El Vaticano anunció hoy que Enrique Shaw, destacado empresario católico argentino, será proclamado beato luego de que el papa León XIV aprobara el decreto que certifica un milagro ocurrido por su intercesión. La decisión fue comunicada en el boletín oficial de la Santa Sede tras una audiencia entre el pontífice y el prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro.
El milagro reconocido es la curación científicamente inexplicable de un niño de seis años que había sufrido un fuerte golpe en la cabeza tras ser pateado por un caballo. El menor quedó inconsciente, requirió un traslado aéreo y asistencia médica especializada, pero se recuperó de manera inesperada y sin secuelas, según detalló la agencia AICA. Sus padres, vinculados a la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), rezaron pidiendo la intercesión de Shaw.
Quién fue Enrique Shaw, el "empresario de Dios"
Enrique Shaw fue fundador y primer presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa, creada en 1952 y aún vigente. Casado con Cecilia Bunge, fue padre de nueve hijos y tuvo una activa participación en la Acción Católica y el Movimiento Familiar Cristiano.
Como director de la empresa Cristalerías Rigolleau, una de las principales industrias del país en la década del 50, impulsó políticas innovadoras para la época: se ocupó del bienestar de más de 3.000 trabajadores y sus familias, promovió el cuidado del ambiente y fue impulsor de iniciativas que luego se reflejaron en políticas públicas, como la ley de asignaciones familiares.
Apodado "el empresario de Dios", Shaw desarrolló una fuerte reflexión sobre el rol social de las empresas y la responsabilidad ética del empresariado, dejando escritos y pensamientos que siguen siendo citados en ámbitos empresariales y religiosos.
El camino a la beatificación y su legado actual
La causa de canonización de Enrique Shaw comenzó poco después de su muerte y fue impulsada, entre otros, por Jorge Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires. En 2001 se inició formalmente el proceso, y en abril de 2021 el papa Francisco aprobó el decreto que reconoció sus virtudes heroicas, declarándolo venerable.
Con la aprobación del milagro por parte del papa León XIV, Shaw se convierte en el primer empresario argentino en ser proclamado beato. Para avanzar hacia la canonización y alcanzar la santidad, el proceso establece que deberá reconocerse un segundo milagro atribuido a su intercesión.
Su figura vuelve a cobrar relevancia en la actualidad por su mensaje sobre el trabajo, la justicia social y la responsabilidad empresarial, sintetizado en una de sus frases más recordadas: "Debemos crear trabajo... y cuanto más eficiente sea nuestra labor, más recursos tendrá la Providencia para repartir entre pobres y necesitados".