En Argentina, la recuperación económica no llega a todos por igual. Mientras la mitad de la población no logra cubrir sus gastos básicos y un 30% resigna consumos esenciales para pagar servicios, los sectores de mayores ingresos protagonizan un boom de consumo en bienes durables, importados y turismo al exterior.

En mayo, el turismo emisivo creció un 80% interanual, el patentamiento de autos un 94%, y la importación de bienes un 60%, según datos de Acara, Scentia y la Secretaría de Energía. Al mismo tiempo, el consumo masivo cayó en rubros clave como alimentos y bebidas (-7,6%), perfumería (-5,2%) y farmacia (-1,5%), de acuerdo con CAME.

La pirámide del consumo, cada vez más polarizada

De acuerdo con la consultora Moiguer y Asociados, un 23% de los argentinos compra dólares y un 11% consume en plataformas del exterior, mientras que los sectores bajos sobreviven con descuentos y beneficios sociales. La clase media, golpeada por aumentos de tarifas y sueldos rezagados frente a la inflación, muestra una actitud cautelosa.

"El alto consume más gracias a sueldos dolarizados. El bajo depende de descuentos para sostener su poder adquisitivo. La clase media está en el medio, presionada por los ajustes", explicó Fernando Moiguer, CEO de la consultora.

Bienes durables, el refugio del poder adquisitivo alto

Según MAP, la venta de electrodomésticos también se disparó: heladeras (+115,5%) y lavarropas (+99,9%) lideran la recuperación del consumo duradero. Sin embargo, ese repunte no alcanza a los supermercados, donde las ventas aún no logran revertir la caída del 20,6% acumulada entre noviembre de 2023 y abril de 2024.

"El consumo se reactiva, pero a distintas velocidades", explicó Juan Pablo Ronderos, de MAP. La desigualdad no solo se refleja en los ingresos, sino en las decisiones de consumo: algunos compran pasajes al exterior, mientras otros ajustan hasta en lo esencial.