Argentina negocia la baja de aranceles con Estados Unidos pero las empresas exigen reformas para invertir
Aunque crece el acercamiento con Estados Unidos y avanza un acuerdo comercial, empresarios advierten que sin cambios en las leyes laborales y fiscales, las inversiones seguirán en pausa.
La reciente intervención del Tesoro de Estados Unidos en el mercado cambiario argentino marcó un nuevo capítulo en la relación bilateral. La compra de pesos y la inyección de dólares fueron leídas como una jugada fuerte de respaldo al Gobierno de Javier Milei. Sin embargo, desde el sector privado aseguran que no alcanza para destrabar inversiones millonarias: el mensaje es claro, sin reformas laborales y fiscales, no hay lluvia de capitales.
Empresarios y analistas coinciden en que, si bien el interés por Argentina existe, las compañías globales aún observan con cautela. La falta de previsibilidad, la presión impositiva y una legislación laboral rígida siguen siendo obstáculos para que los proyectos de largo plazo avancen.
Avanza un acuerdo para reducir aranceles con EE.UU.
En paralelo, Argentina y Estados Unidos están cerca de cerrar un acuerdo comercial que implicaría una baja recíproca de aranceles. Si bien no se trata de un tratado de libre comercio completo, se negocia una reducción significativa para productos específicos.
Desde la Cámara de Comercio de EE.UU. en Argentina (AmCham), su CEO Alejandro Díaz sostuvo que las conversaciones están "muy avanzadas" y podrían anunciarse en la visita oficial de Milei a Washington. También Dante Sica, exministro de Producción, aseguró que "el acuerdo está prácticamente cerrado".
Tras la eliminación del cepo, algunos productos argentinos enfrentan aranceles del 10%, por lo que una reducción abriría nuevas oportunidades de exportación. Para el Gobierno, este paso es parte de una estrategia mayor de alineamiento geopolítico con EE.UU., en plena reconfiguración del comercio global.
Inversiones en pausa: el riesgo argentino sigue pesando
A pesar del entusiasmo diplomático, el panorama de inversiones sigue siendo complejo. Peter Lamelas, embajador estadounidense en Buenos Aires, habló de oportunidades "sin precedentes", pero las empresas internacionales optan por la cautela.
El contexto global es incierto -con tensiones entre EE.UU. y China, crisis logística y avances tecnológicos que modifican las reglas del juego-, pero a eso se suma lo que en el sector llaman "el riesgo argentino". Historial de contratos rotos, cambios de reglas y falta de seguridad jurídica son parte del combo que ahuyenta inversiones.
"Una minera no te habla de dos años, piensa en décadas", explicó Mariana Camino, CEO de Abeceb, al señalar que las decisiones no dependen solo del contexto macroeconómico, sino también de reglas claras y estabilidad.