Este viernes, el departamento donde vivía Beatriz Sarlo fue allanado por orden judicial. Tres móviles de la Policía de la Ciudad se presentaron en el edificio de Caballito y subieron hasta el octavo piso para realizar un operativo en el interior de la vivienda.

El procedimiento fue impulsado por una denuncia al 911 que alertaba sobre supuestas irregularidades en torno a los bienes de la reconocida ensayista. Desde el entorno cercano surgieron sospechas por objetos personales que habrían comenzado a circular en comercios, incluyendo discos que le pertenecían.

Inventario, cerradura forzada y tensiones en el edificio

Durante el operativo se realizó un inventario completo de los bienes y se confirmó que el Juzgado Civil 24 tomó control del departamento. Según trascendió, también se investiga un ingreso no autorizado a la propiedad, ya que la cerradura habría sido violentada.

En el lugar se encontraba Melanio Alberto Meza López, el encargado del edificio, quien asegura ser el heredero legítimo del departamento y de la gata de Sarlo, Niní. El hombre presentó en la Justicia dos cartas manuscritas, supuestamente firmadas por la autora en junio y agosto de 2024, donde ella le confiaría el cuidado del inmueble y de su mascota.

Su presencia, junto a su pareja, generó momentos de tensión durante el operativo, que se realizó en un clima de total hermetismo. Una vecina del edificio fue convocada como testigo del procedimiento.

La disputa sucesoria, cada vez más compleja

El caso, que comenzó como una sucesión tradicional, ya suma varios capítulos judiciales y giros inesperados. Días atrás, la Cámara Civil apartó al juez Carlos Goggi por excluir del proceso a Alberto Sato, el primer marido de Sarlo, y ordenó que se lo reintegre como posible heredero.

Mientras tanto, la Justicia analiza la validez de las cartas presentadas por Meza López, que podrían ser consideradas un testamento hológrafo si se comprueba su autenticidad.