El sector cárnico lanzó una fuerte advertencia este miércoles: si no hay cambios en la política económica del gobierno de Javier Milei, la carne podría volver a aumentar de forma considerable. Así lo expresó la Mesa de las Carnes en una conferencia que reunió a referentes del sector productivo e industrial, quienes coincidieron en que la combinación de sequía, atraso cambiario y menor poder adquisitivo generó un "coctel explosivo" para el abastecimiento.

Además de la reducción en la oferta ganadera, los empresarios del rubro alertaron sobre la pérdida de mercados internacionales y la disminución del consumo interno. "Vamos a tener un salto en los precios si mejora la demanda", adelantaron.

Baja producción y menos exportaciones

Según los datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (CICCRA), entre enero y mayo de 2025 se produjeron 1,256 millones de toneladas de carne vacuna con hueso, un nivel similar al del mismo período del año anterior. Sin embargo, ese número se logró con una menor cantidad de animales faenados, compensada por un mayor peso promedio por animal.

El problema de fondo, según explicaron, es que se liquidaron vientres y animales livianos ante la imposibilidad de sostener los costos de reproducción y engorde. Esto se traduce hoy en el menor stock bovino desde 2012, de acuerdo a datos del Senasa.

En el plano externo, las exportaciones de carne vacuna cayeron 24,2 % interanual, afectadas principalmente por la retracción de la demanda china. La carne exportada en abril promedió los 5.949 dólares por tonelada, un 38,9 % más que en abril de 2024, pero el país no pudo aprovechar ese escenario favorable por la pérdida de competitividad.

El atraso cambiario pone en jaque al negocio

Uno de los mayores reclamos del sector es el atraso del tipo de cambio, que perjudica tanto las exportaciones como la rentabilidad general. El dólar libre cayó 5,8 % en mayo, lo que elevó en dólares el precio interno de la hacienda y generó una valorización en categorías como vacas, vaquillonas y toros.

Miguel Jairala, del Consorcio de Exportadores ABC, advirtió que "las plantas frigoríficas operan con márgenes muy ajustados" y que la falta de incentivos desalienta la inversión. Además, criticó la vigencia de impuestos como los derechos de exportación al novillo (6,75 %), que terminan generando un impacto del 3 % en toda la faena.

Si sube el consumo, sube el precio

Sebastián Bendayán, de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe, alertó que una eventual recomposición salarial podría elevar el consumo interno, que representa el 70 % de la producción, y eso agravaría el problema: "No vamos a tener animales para abastecer esa demanda y eso disparará los precios".

En los primeros cinco meses del año, el consumo interno fue de 963.530 toneladas, un 10,3 % más que en el mismo período de 2024. Aun así, el sector duda de que ese incremento se haya trasladado completamente a los mostradores y teme un escenario donde los precios vuelvan a subir y profundicen el carácter excluyente de la carne en la mesa de los argentinos.