El presidente Javier Milei y su Gabinete participaron en el tradicional Tedeum en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, con motivo del Día de la Independencia. La ceremonia contó con la presencia de la vicepresidenta Victoria Villarruel y el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, además de otros funcionarios del Gobierno. 

El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, no escatimó en críticas durante su homilía, enviando un mensaje contundente a los líderes políticos del país. "A muchos les falta el termómetro social para saber lo que les pasa a los argentinos de a pie", afirmó García Cuerva. La misa tuvo lugar en un contexto de creciente preocupación por la situación de los comedores populares y la polémica por los alimentos almacenados en depósitos del Ministerio de Capital Humano.

Tres semanas antes, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, había advertido sobre "situaciones de confusión y violencia" y subrayado la necesidad de no desperdiciar alimentos, dada la escasez en muchos hogares argentinos.

Durante su sermón en el Tedeum, García Cuerva señaló: "Algo no está bien cuando tenemos dirigentes muy ricos y un pueblo trabajador muy pobre". Su llamado a la reflexión fue claro: "A muchos les falta el termómetro social para entender lo que les pasa a los argentinos de a pie"