Según reveló, el documento oficial permitiría al Estado recolectar y analizar datos sobre periodistas, economistas y figuras que puedan "erosionar la confianza" en el Gobierno o "manipular" la opinión pública.

Horas después de esa publicación, Alconada Mon recibió amenazas por WhatsApp, intentos de hackeo y mensajes intimidatorios desde múltiples números, incluyendo uno de Nueva York y otros con prefijos del interior del país. Además, intentaron apropiarse de sus cuentas en redes sociales y hasta crearon un perfil falso a su nombre en un sitio pornográfico.

Diez intentos de hackeo, amenazas y acoso digital

Todo comenzó el domingo a las 20:57, cuando el periodista recibió un mensaje desde una supuesta cuenta de WhatsApp Business que incluía un código de verificación. En los cinco minutos siguientes, se registraron otros nueve intentos de acceder a su cuenta. Poco después, recibió un correo para restablecer su contraseña de la red social X, seguido por otro mensaje con un código para activar una cuenta creada a su nombre en una plataforma pornográfica.

A esto se sumaron mensajes amenazantes desde al menos cuatro números distintos, incluyendo uno con prefijo de 9 de Julio (Buenos Aires), otro desde Las Breñas (Chaco), y dos con prefijos de CABA. La agresión digital continuó el lunes por la mañana, con notificaciones falsas de sitios como XVideos y Pornhub.

La respuesta oficial y los antecedentes

La Oficina del Presidente negó cualquier tipo de persecución a periodistas y desestimó las denuncias de Alconada Mon como "versiones periodísticas sin fundamento". Javier Milei compartió el comunicado en redes sociales y volvió a criticar al periodismo, al que acusó de ser "los mayores creadores de noticias falsas de la historia".

Este no es un caso aislado. Otros referentes, como la legisladora Constanza Moragues, la activista Mila Zurbiggen y el empresario Edgardo Alessio, denunciaron haber sufrido acoso digital y "doxeo", una práctica que consiste en publicar información personal con fines de hostigamiento.