La CGT endurece su postura ante la reforma laboral

La central obrera incrementa presión interna y afianza contactos políticos, aunque evita definiciones públicas hasta conocer la versión definitiva de la reforma que la Casa Rosada quiere aprobar en extraordinarias.

La tensión entre la CGT y el Gobierno volvió a escalar en la previa del debate parlamentario de la reforma laboral. En Azopardo admiten que el rechazo interno viene en aumento y que la postura se endureció en las últimas semanas. Sin embargo, la conducción mantiene la cautela y no fijará una posición formal hasta leer la "letra chica".

"Estamos juntando músculo. Esperamos el proyecto para el martes 9, pero crece el rechazo", señaló un dirigente de la mesa chica. Mientras tanto, el ministro Federico Sturzenegger ya distribuyó entre funcionarios un paquete amplio que incluye cambios en ultraactividad, convenios colectivos, financiamiento sindical y regulaciones individuales y para autónomos. El Gobierno planea que el Senado trate la iniciativa antes del receso de enero.

Un borrador que genera preocupación y divide estrategias

Las áreas técnicas de la central obrera analizaron borradores informales y concluyeron que la propuesta es "regresiva". Cristian Jerónimo, cosecretario general, advirtió que la CGT no acompañará una reforma que implique retrocesos y cuestionó la falta de voluntad oficial para abrir un diálogo real.

El sindicalista aclaró que la información disponible proviene de "bufetes empresariales" y alertó sobre el impacto en el empleo formal: "Lo que vemos va a contramano: cierre de empresas y pérdida de puestos de trabajo".

En la conducción coinciden en que la recesión complica a las pymes y que una reforma sin consenso podría agravar la situación. Por eso, pese a la presión interna para subir el tono, decidieron esperar el texto final.

Movimientos políticos y tensiones dentro de Azopardo

La CGT activó reuniones con diputados sindicales, gobernadores peronistas y empresarios pymes para fortalecer su estructura antes del debate legislativo. La estrategia combina prudencia pública y construcción política, mientras esperan señales del ministro del Interior, Diego Santilli, con quien mantienen conversaciones informales.

Pero las diferencias internas persisten. El sector dialoguista insiste en que aún hay margen para discutir nuevas formas de trabajo sin afectar derechos. En cambio, el ala dura reclama mayor movilización y teme que el Gobierno avance sobre el modelo sindical.

Advertencias frente a un posible texto similar al DNU

Las filtraciones y trascendidos también encendieron alarmas. Héctor Daer y otros referentes alertaron que, si el proyecto se parece al DNU 70/2023, la CGT se opondrá sin dudar. "Haber ganado una elección no habilita a impulsar cualquier reforma", remarcaron.

Mario "Paco" Manrique fue más categórico: acusó al Gobierno de buscar debilitar a los sindicatos y profundizar un modelo "desindustrializador", y reclamó combinar la vía institucional con la movilización.

Con el proyecto ya redactado y un verano parlamentario por delante, en la CGT reconocen que el margen entre el acuerdo y el conflicto es cada vez más estrecho, mientras el malestar interno crece más rápido que el avance de la negociación oficial.

Esta nota habla de:
Últimas noticias de CGT
Funes de Rioja redacta la reforma laboral que ingresará al Senado en febrero
Política

Funes de Rioja redacta la reforma laboral que ingresará al Senado en febrero

El estudio Bruchou-Funes de Rioja avanza con el proyecto que busca poner un tope a las indemnizaciones de nuevos contratos. La CGT ya anticipó su oposición y prepara estrategias para frenar los cambios.
La CGT advierte un diciembre crítico entre la reforma laboral y el cierre de empresas
Política

La CGT advierte un diciembre crítico entre la reforma laboral y el cierre de empresas

La central obrera alerta por un fin de año cargado de tensiones: sin convocatoria oficial para negociar la reforma laboral, crece el temor por despidos, pymes en crisis y falta de pago de sueldos y aguinaldos. Santilli y Caputo hablan de diálogo, pero en la CGT no ven señales concretas.
Nuestras recomendaciones