El rey Carlos III inició este jueves un proceso formal para quitarle al príncipe Andrés sus títulos y honores reales debido a sus vínculos con el financiero estadounidense y pedocriminal Jeffrey Epstein. Según el comunicado oficial, a partir de ahora será conocido como Andrew Mountbatten Windsor.

Además, Andrés tendrá que abandonar su residencia en Royal Lodge, mudándose a una vivienda privada en Sandringham Estate, a unos 180 km de Londres. La medida no afectará a sus hijas, Beatriz y Eugenia, quienes conservarán sus títulos de princesas.

Reputación en ruinas

El príncipe Andrés, de 65 años, y su exesposa Sarah Ferguson, cuya relación terminó en 1996, enfrentan un duro golpe a su reputación. La decisión del monarca se produce tras las memorias póstumas de Virginia Giuffre, quien asegura que fue utilizada como esclava sexual por Epstein y que mantuvo encuentros con Andrés en tres ocasiones.

A pesar de que Andrés niega las acusaciones, el rey Carlos III consideró necesario retirarle todos los honores que recibió a lo largo de su vida, incluyendo el título de duque de York, otorgado por la reina Isabel II en 1986.

Consecuencias y debate político

El escándalo ha generado repercusiones políticas y mediáticas. Algunos diputados británicos estudian debates en el Parlamento para cuestionar la conducta de Andrés, desafiando la convención que hasta ahora impedía criticar a la familia real.

El príncipe intentó previamente renunciar voluntariamente al ducado y a otros honores, incluido el de miembro de la orden de la Jarretera, pero la polémica continuó.

El comunicado oficial concluyó:

"Estas medidas se consideran necesarias, a pesar de que continúa negando las acusaciones en su contra. Sus Majestades desean dejar claro que sus pensamientos y su más sentido pésame han estado, y seguirán estando, con las víctimas y los supervivientes de cualquier forma de abuso".