Ecuador rechazó el referéndum de Noboa y frenó su plan de bases militares extranjeras
El presidente sufrió un fuerte revés en las urnas: los votantes dijeron no a la instalación de bases, a una nueva Constitución y a varios cambios políticos clave.
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, enfrentó su primer gran revés electoral luego de que la mayoría de los ciudadanos rechazara su referéndum para permitir bases militares extranjeras y convocar una nueva Constitución.
"Respetamos la voluntad del pueblo ecuatoriano. Nuestro compromiso no cambia", escribió en X, tras suspender una conferencia prevista en su bastión de Olón.
La consulta se desarrolló en medio de un clima de tensión por el aumento de la violencia y por los recientes bombardeos de Estados Unidos a embarcaciones acusadas de traficar drogas en el Caribe y el Pacífico.
Qué rechazaron los ecuatorianos en el referéndum
Casi 14 millones de personas estaban habilitadas para votar de forma obligatoria. Los resultados fueron contundentes:
- 61% se opuso a permitir bases militares extranjeras, prohibidas desde 2008.
- 62% rechazó convocar a una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Carta Magna.
- 58% dijo no al fin del financiamiento estatal a los partidos políticos.
- 53% rechazó reducir el número de legisladores.
Noboa impulsaba estos cambios porque considera que la actual Constitución es demasiado "garantista" con los criminales. El mandatario incluso había chocado con la Corte Constitucional y alentado protestas contra sus jueces.
En Quito, varias personas celebraron los resultados con el grito: "Fuera Noboa, fuera".
Un país atravesado por una crisis de seguridad sin precedentes
Ecuador enfrenta la mayor tasa de homicidios de Latinoamérica: 39 por cada 100.000 habitantes en 2024, según Insight Crime.
Desde su asunción en noviembre de 2023, Noboa militarizó calles y cárceles, lanzó operativos en zonas dominadas por el narcotráfico y decretó repetidos estados de excepción, medidas cuestionadas por organizaciones de derechos humanos.
Con un discurso de mano dura y un estrecho vínculo con la Casa Blanca, el mandatario buscaba ampliar su poder político para enfrentar a las bandas criminales que operan en el país, hoy epicentro del tráfico de cocaína hacia Estados Unidos y Europa.