La crisis en San Lorenzo se agravó este martes, cuando el plantel profesional volvió a ausentarse del entrenamiento por segundo día consecutivo. Los futbolistas reclaman el pago de premios y sueldos atrasados, compromisos que la dirigencia había prometido cumplir sin dar una fecha concreta.

La ausencia masiva de jugadores expone un conflicto que lleva semanas y que, según fuentes internas, no tiene una solución inmediata.

Renuncias, deudas y un club al borde de la acefalía

La protesta del plantel ocurre en medio de una fuerte crisis dirigencial. En los últimos días se multiplicaron las renuncias dentro de la comisión directiva, mientras avanza un pedido para declarar la acefalía del club y conformar una conducción transitoria con aval de la AFA.

La posibilidad de un interventor o una comisión provisoria gana fuerza como alternativa para ordenar la institución mientras se intenta resolver la situación económica.

Incertidumbre entre profesionales y juveniles

El conflicto no afecta solo al plantel de Primera. En las divisiones juveniles también reina la incertidumbre: varios jugadores aún no saben si continuarán en el club y podrían quedar libres en las próximas semanas, lo que habilitaría su salida sin costo.

En el plantel superior, algunas figuras analizan opciones para emigrar si el conflicto se prolonga, lo que podría desencadenar un éxodo significativo cuando se abra el mercado de pases.

Un problema que excede lo deportivo

El paro de los jugadores expone una crisis que atraviesa todos los niveles del club: deudas, atrasos salariales, renuncias dirigenciales y falta de planificación hacia el futuro. La situación genera preocupación entre socios y empleados, que también reclaman soluciones urgentes.

Hoy el escenario es uno solo: San Lorenzo necesita una reestructuración profunda para evitar que el conflicto termine afectando aún más su competitividad deportiva y su estabilidad institucional.