La derrota ante Lanús volvió a exponer una de las grandes falencias de Atlético en esta temporada: la imposibilidad de competir lejos de su estadio. El Decano disputó 16 partidos como visitante y perdió 13, una marca que explica gran parte de la sufrida campaña.

La única alegría fuera de casa se dio en enero, ante San Martín en San Juan. Luego solo pudo sumar dos empates frente a Talleres y Sarmiento. El resto fueron todas caídas que dejaron una estadística durísima: 5 puntos sobre 48 posibles, poco más del 10% de efectividad.

Los números que explican la campaña

El rendimiento como visitante convirtió a Atlético en el peor equipo del año en esa condición, un registro propio de un equipo comprometido con el descenso. Los resultados en el Monumental José Fierro, sobre todo en el Clausura, fueron el salvavidas que permitió evitar el golpe mayor.

Durante la temporada pasaron tres entrenadores: Sava, Pusineri y finalmente Colace. Ninguno logró revertir la tendencia negativa ni encontrar una identidad firme que sostuviera al equipo en los momentos clave.

Lo que viene: descanso para el plantel y decisiones para la dirigencia

Con el torneo terminado, los jugadores y el cuerpo técnico tendrán unas semanas de descanso. Pero el parate no alcanzará a los dirigentes ni al área de fútbol, que deberán iniciar los balances y definir si Hugo Colace continuará al frente del plantel en 2026.

El desafío será grande: reconstruir un equipo golpeado, corregir sus falencias más evidentes, reveer contratos que se vencen y evitar que se repita un año que encendió todas las alarmas y que no quieren que se vuelva a repetir.