Lara Gutiérrez (15), Brenda del Castillo (20) y Morena Verdi (20) desaparecieron un viernes por la noche y cinco días después fueron encontradas descubiertas, descuartizadas y enterradas en Villa Vatteone, Florencio Varela. Las primeras pesquisas indican que las víctimas habrían sido atrapadas en una trampa tendida por un líder narco apodado "Pequeño J" y sus secuaces.

Según reconstruyó la Justicia, las chicas se dirigían a una fiesta en el Bajo Flores y abordaron una Chevrolet Tracker blanca que nunca las llevó a su destino. Sus celulares fueron apagados y sus familias denunciaron la desaparición ante la Policía local.

Investigación y detenciones

Tras seguir el recorrido de la camioneta, los investigadores identificaron la vivienda donde fueron asesinadas. En el lugar fueron detenidos Magalí Celeste González Guerrero (28) y Andrés Maximiliano Parra (18) mientras intentaban limpiar la escena con lavandina. La investigación posterior condujo a Iara Daniela Ibarra (19) y Miguel Ángel Villanueva Silva (27), presunto narcotraficante vinculado a la Villa 1-11-14. Los cuatro fueron imputados y trasladados al penal de Melchor Romero.

El fiscal Andrés Arribas imputó a Villanueva Silva y Parra por homicidio calificado, alevosía, ensañamiento y violencia de género, mientras que Parra y González Guerrero enfrentan cargos por encubrimiento agravado.

Torturas y femicidio narco

El informe forense reveló una violencia extrema:

• Lara Gutiérrez: amputación de cinco dedos, quemaduras compatibles con cigarrillos, oreja izquierda mutilada y corte profundo en el cuello que causó su muerte.

• Brenda del Castillo: fractura de cráneo, aplastamiento facial y corte abdominal post mortem.

• Morena Verdi: luxación cervical y múltiples golpes en el rostro.

Las torturas y asesinatos fueron transmitidos en vivo a través de una cuenta de redes sociales vinculada al clan narco. Según el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, el móvil habría sido una represalia por el robo de drogas, con el objetivo de enviar un mensaje al resto de la organización.

Líder narco y zonas de influencia

El presunto autor intelectual del crimen, apodado "Pequeño J" o "Julito", sería un joven peruano de 23 años. Su base estaría en Villa Zavaleta, aunque aún no ha sido localizado. Se cree que tiene conexiones en el Bajo Flores y Barracas, pero su influencia se centra en el sur del Conurbano. Las víctimas habrían frecuentado la zona de Flores para ofrecer servicios de prostitución, lo que podría haber motivado la venganza.

La causa continúa abierta y los investigadores siguen reconstruyendo la trama narco que desencadenó este crimen de extrema violencia, único en la historia reciente argentina por su nivel de saña y transmisión en vivo.