Un adolescente de 13 años apuñaló a una compañera dentro de la Escuela Media de Alderetes, hecho que aún está bajo investigación judicial y educativa. La víctima permanece internada en el Hospital de Niños en cuidados intermedios, con evolución estable, mientras el agresor se encuentra bajo resguardo.

El padre del menor habló con medios locales desde la puerta de su casa, describiendo a su hijo como "tranquilo y callado" y asegurando que venía sufriendo bullying en la escuela. Según su relato, los compañeros lo apodaban "monito" y lo molestaban con empujones y gestos que, acumulados, habrían desencadenado el ataque. La familia asegura que nunca fueron informados sobre conflictos previos y cuestiona la falta de intervención institucional.

Reacciones y medidas institucionales

La hermana del adolescente criticó la falta de acción de las autoridades escolares y del Ministerio de Educación, señalando que las denuncias del joven no fueron formalizadas. Mientras tanto, la víctima recibe acompañamiento psicológico y profesional, y la comunidad educativa analiza el incidente que generó conmoción: imágenes del aula con sillas desplazadas y manchas de sangre se viralizaron en redes.

La Fiscalía de Menores, la Policía, la Dinayf y áreas educativas trabajan para reconstruir los hechos y determinar los factores que motivaron el ataque. Hasta el momento, no existen registros formales de denuncias previas ni antecedentes de violencia por parte del agresor, y el caso sigue en investigación, evidenciando la importancia de la detección temprana de situaciones de vulnerabilidad emocional en los estudiantes.